viernes, 23 de noviembre de 2012

Bajo esta arena plomiza

Cuando te vi agarrar ese cuerpo infantil desatinado
supe que toda la furia estallaría 
de un momento a otro a través de tus manos 
y que el tiempo que llevabas encima
como se lleva un mar encrespado en la memoria
duraría
hasta que la piel estallase 
y tus ojos se detuvieran
como un arma ante mí
inexacta y decidida
con un solo fin:
envolver ese agente extraño
lleno de condensaciones 
en tu desprecio 
y deshacerlo
con tus ojos desorbitados llenos de tiempo

bajo ese terror
infinito
desde siempre
y a partir de ese momento.

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